Ser el ex marido de Monica Bellucci o el hijo de Jean-Pierre Cassel, no ha minado en absoluto la carrera del actor Vincent Cassel. Activo desde el año 1989, es quizá el actor francés contemporáneo con una de las proyecciones internacionales más potentes. Con unos rasgos marcados, y quizá, no los socialmente aceptados como perfectos, han servido entre otros muchos aspectos para protagonizar trabajos en films donde se requería personajes con características rudas y chulescas.
Con películas como Métisse o El odio, el actor consiguió ser candidato al premio César a Mejor actor, y por tanto, obtener el reconocimiento de artistas, público y críticos. Pero fue desde que protagonizó Irreversible, la controvertida película en la que el actor estuvo en boca de todos y los ofrecimientos de personajes corruptos, oscuros y un tanto neuróticos rodearon su carrera artística.

Bajo la dirección y producción de Danny Boyle, el emblemático realizador de la película Slumdog Millionaire, Vincent volvió a demostrar en Trance que su papel de atracador desmemoriado y violento le venía como anillo al dedo. Imposibilitado de rechazar el papel de personaje obseso y demandante en El cisne negro, Vincent Cassel realizó una ardua tarea de investigación, estudiando vidas de personalidades como las de Balanchine, uno de los coreógrafos más grandes del mundo.

Observando al bailarín Benjamin Millepied, el actor realizó un buen papel interpretando un coreógrafo que demuestra no tener piedad cuando se trata de una buena actuación en el escenario.
El actor ha asegurado que no piensa en exceso a la hora de encarar un papel en la gran pantalla para no perder espontaneidad, por lo que puede que sus andares, sus actitudes chulescas y su inconfundible estilo varonil hayan servido también para que se vea inmerso en spots de la marca Yves Saint Laurent.
“La mayoría de la gente pretende ser amable y dócil, y el ser humano está hecho de paradojas y contradicciones. Así que supongo que cuando leo guiones de tipos rudos, siento que son más humanos que los héroes benévolos.”
Vincent Cassel