Los 80 dejaron grandes joyas del cine gore de Serie B como El Vengador Tóxico, cuya historia es la de un joven que tras caer en un barril de residuos tóxicos consigue poderes con los que limpiará de malhechores la corrupta ciudad en la que vive, Tromaville. La venganza será terrible... terriblemente cutre.
El Vengador Tóxico es un clásico de 1984 dirigido por Michael Herz y Lloyd Kaufman que se engloba en el movimiento campy (sobrecargado, kitsch) de serie B de esta década. Mitch Cohen es el Vengador Tóxico, mientras que a su álter ego anterior lo interpreta Mark Torgl.

La cinta está ambientada en un pequeño pueblo cerca de Nueva Jersey, Tromaville, en el que se almacenan los residuos tóxicos de todos los alrededores y donde los malhechores campan a sus anchas robando y atropellando a la gente con sus coches bajo el amparo del corrupto alcalde del lugar. Los ciudadanos no viven seguros, y entre ellos encontramos a Melvin Ferd III, que en un encontronazo con la gente indebida (una broma que no puede soportar), huye desesperado y se lanza al vacío por una ventana de un segundo piso. Por "fortuna" para Melvin, el golpe no le mata, sino que amortigua la caída un chapuzón en un recipiente de materiales tóxicos. Horas después comenzará a desarrollar poderes que le convierten en un superhéroe (deforme) determinado a limpiar Tromaville de asesinos, corruptos y racistas.
La exageración, el absurdo, el humor negro y soez, los desnudos y la falta de medios confluyen en El Vengador Tóxico, haciendo de ella una integrante de postín de una serie B tan casposa, cutre y bizarra que puede resultar muy divertida (no es de reírte con la película, sino de la película). Aunque su estreno pasó un tanto desapercibido, pronto ganó popularidad y se ha convertido en todo un filme de culto de este peculiar género de Serie B.
De Kaufman y Herz también son otras joyas de Troma como Sgt Kabukiman NYPD, Troma’s War o Mutantes en la universidad.