A pesar de la diferencia de edad, Humphrey Bogart y Audrey Hepburn tuvieron la suerte de coincidir como protagonistas en Sabrina, un filme de 1954 dirigido por el magistral Billy Wilder.
Todo es de sobresaliente en Sabrina, comenzando por un director excepcional (que un año después estrenaría La tentación vive arriba y cinco más tarde Con faldas y a lo loco), y siguiendo por su acertado reparto con Audrey Hepburn, Humphrey Bogart y William Holden a la cabeza.
La historia no podía ser más simple, y a la par adorable, como solo las películas de los 50 saben serlo.

La protagonista de esta comedia romántica es Sabrina (Hepburn), hija del chófer de una adinerada familia, los Larrabee. La chiquilla se enamora de uno de los hijos, David, y al no ser correspondida intenta suicidarse. Para superar el bache deciden enviarla a París a estudiar, y cuando vuelve, lo hace convertida en una jovencita sofisticada y guapa, que ahora sí, logra llamar la atención de David. Sin embargo, éste está a punto de casarse y su hermano Linus hará todo lo posible porque no estropee su enlace con una mujer de influyente familia. En su intento por mantener a David a raya, llegará a conocer a Sabrina y aunque Linus es un tipo solitario y frío, no puede evitar caer a los pies de la risueña chiquilla.
Sin duda, el papel que Bogart interpreta en Sabrina no es su rol típico. Esta comedia saca al americano de su zona de confort y nos da la oportunidad de ver una nueva faceta (pese a que su personaje es un cascarrabias que en el fondo nos recuerda a cada uno de sus papeles anteriores).
En cambio, la carrera de Hepburn estaba como quien dice despegando, aunque ya había participado en casi una decena de filmes. Sin embargo, no sería hasta un año antes en Vacaciones en Roma, cuando la actriz comenzó a despuntar. Como curiosidad, a partir de Sabrina la firma Givenchy comenzó a vestir a Hepburn en todas sus películas. Ni que decir tiene que, como ya lo había hecho en sus paseos por Italia, Hepburn se hace con el protagonismo en cada escena en la que aparece: desde la chiquilla ilusionada que espera en la pista de tenis con las copas en la mano, a la mujer con el corazón roto que regresa a Europa sola en el barco.
Sabrina es la adaptación de la obra teatral, Sabrina Fair, y se estrenó en los cines el 15 octubre de 1954. Su presupuesto fue de 2,2 millones de dólares y solo consiguió en taquilla 4 millones. Fue nominada a seis premios Oscar (incluidos mejor director y mejor actriz), pero solo se llevó uno, a mejor vestuario. La biblioteca del Congreso de los Estados Unidos tiene esta cinta entre su selecto catálogo desde 2002. Existe un remake de 1995 con Harrison Ford, Julia Ormond y Greg Kinnear, pero nada como la original cinta de Wilder.