*Imagen de Gage Skidmore editada con licencia CC 2.0
Tras el éxito de Posesión Infernal, el director uruguayo Fede Álvarez vuelve a unirse a Sam Raimi para estrenar una película que promete revolucionar la gran pantalla. Se estrenará el próximo 2 de septiembre, insuflará nuevos aires al género de terror y pretende desbancar al número uno de la taquilla: Escuadrón Suicida.
La trama gira en torno a tres adolescentes que asaltan chalets para poder sacar adelante sus vidas. Rocky (Jane Levy), quiere escapar de su madre maltratadora y salvar a su hermana menor, y sus amigos Alex (Dylan Minnette) y Money (Daniel Zovatto) han llevado a cabo algunos hurtos minuciosamente planificados para reunir el dinero suficiente y huir de Detroit, su ciudad natal. Los tres amigos unen sus esfuerzos para dar un golpe que cambiará por completo sus vidas.
Su objetivo es asaltar a un ermitaño invidente (Stephen Lang) que amasa una gran fortuna entre las paredes de su casa. El plan parece perfecto hasta que descubren que su víctima no es tan indefensa como parecía. El hombre los descubre y persigue por toda la vivienda, que más que una casa abandonada parece una fortaleza de la que será casi imposible salir. Para mantener la igualdad de condiciones en esta psicótica persecución, el hombre desconecta la luz de la casa, en la que descubrirán que el invidente oculta algo más que dinero. Un thriller maestro y espeluznante que mantendrá la tensión del espectador desde el primero hasta el último minuto.
En la tierra de la oscuridad, el ciego es el rey
La unión de estos dos genios del género ha subido las expectativas del público hasta lo más alto. Según ha contado su director, la película cuenta con dos ingredientes infalibles: el miedo a la oscuridad y el miedo a que alguien entre en nuestra casa. Buscaba continuar el camino abierto con Posesión Infernal pero que a su vez fuese una película totalmente diferente.
Posesión trataba sobre el shock, la sangre y la violencia explícita… y ahora queríamos hacer una película que diese miedo pero con un estilo de suspense clásico; y en la que lo que más miedo dé esté en la mente del espectador, que intentará adivinar lo que va a suceder en cada secuencia y al que intentaremos sorprender
El film, cuyo rodaje ha costado 10 millones de dólares (8'8 millones de euros), espera alcanzar unas cifras cercanas a los 12 millones (10'6 en euros). Aquí te dejamos uno de los tráilers más terroríficos de 2016.