Algunas películas nacen de guiones originales, otras adaptan novelas, cómics o cuentos infantiles y otras, nos traen los grandes musicales de Broadway a las salas de cine. Vamos a hablar de estas últimas, cuando la magia de los musicales sale de los grandes escenarios y pone rumbo a las grandes pantallas.
My Fair Lady. El musical se estrenó en Broadway en 1956 y es la obra que más tiempo ha permanecido en cartel de la historia de los musicales que han pasado por el gran escaparate de Nueva York. En 1965 George Cukor dirigió una adaptación protagonizada por Audrey Hepburn y Rex Harrison que consiguió ocho premios Oscar, incluido el de mejor película y el de mejor director.
West Side Story. Llegó a Broadway en 1957 de la mano del director Robert Wise, quien posteriormente ganaría un premio Oscar a mejor director por su adaptación al cine, en 1961 (y la película otros nueve premios de la Academia Americana más, entre ellos mejor director y mejor música).
Sonrisas y lágrimas (The Sound of Music). Este musical estuvo entre los teatros Lunt-Fontanne Theatre Mark Hellinger Theatre de 1959 a 1962, y se dieron 1.443 pases. Robert Wise, tras su experiencia con West Side Story, decidió hacer una versión para el cine que acabaría llevándose cinco premios Oscar, además de desbancar a Lo que el viento se llevó, como la cinta más taquillera, un récord que llevaba vigente 26 años.

Cabaret. La película Cabaret de 1972 (Bob Fosse) se basa vagamente en el musical del mismo nombre que abrió en Broadway en 1966. El filme de Fosse se llevó ocho premios Oscar de los diez a los que estaba nominado, incluido el de mejor director y el de mejor actriz para Liza Minnelli.
Hair. El controvertido musical Hair: The American Tribal Love-Rock Musical abrió Off-Broadway en 1967 y en 1968 daba el salto a Broadway. En 1979 Milos Forman adaptó este drama musical al cine, con el que llegó a estar nominado a un premio César.
Grease. En 1971 June Pyskacek con guion de Jim Jacobs y Warren Casey, llevó la historia de Sandy y Danny a los teatros en forma de musical. Al principio se estrenó en Manhattan en un Off-Broadway, pero su potencial y siete premios Tony acabaron por colocar Grease en su lugar: Broadway. La película que adapta la historia con Travolta y Newton-John como protagonistas se estrenó en 1978.
Jesucristo Superstar. Esta ópera rock se estrenó en Broadway en 1971 después de lanzarse en álbum en 1970. Tres años después llegaría una versión para cine dirigida por Norman Jewison que en 2012 el Huffington Post señaló como la mejor película hecha sobre Jesucristo.

Chicago. El musical con libreto de Bob Fosse y Fred Ebb se estrenó en Broadway en 1975 y se llevó a los escenarios de medio mundo. En Broadway estuvo en cartel hasta 1977 y se hicieron 936 funciones. Sin embargo, el gran éxito de esta pieza se lo llevaría su revival de 2006, con más de seis mil representaciones. La película llegaría en 2002 bajo la dirección de Bill Condon y con Catherine Zeta-Jones como protagonista.
Annie. En 1977 Thomas Meehan convertía las tiras de Harold Gray de la huérfana Annie en un musical de Broadway. En 1982 llegaría la adaptación para cine que daría a Aileen Quinn en el mismo año el premio a mejor actriz joven en los Young Artist Award y el Razzie como actriz de reparto.
Sweeney Todd. Tim Burton llevó al cine en 2007 la adaptación del musical de terror Sweeny Todd: The Demon Barber of Fleet Street, que llegó a Broadway en 1979 y ganó un Tony a mejor musical del año.
Dreamgirls. El musical Dreamgirls se estrenó en Broadway en 1981, con libreto de Tom Eyen y música de Henry Krieger (Grammy por su trabajo), y ganó seis premios Tony. En 2006 Paramount Pictures y DreamWorks lo adaptaron en una película protagonizada por Jamie Foxx, Beyoncé, Eddie Murphy y Jennifer Hudson, que dirigió Bill Condon (Crepúsculo: Amanecer 1 y 2).
Mamma Mía! En 1999 Catherine Johnson firmó el guion de un musical basado en las letras de las canciones del grupo ABBA que se convertiría en el décimo musical que más se ha representado, con 4.098 pases. Tras su éxito internacional fue llevado a las salas de cine con guion de la propia autora del musical.

También ha sucedido a la inversa y grandes cintas musicales se han abierto hueco hasta Broadway, como Cantando bajo la lluvia de Gene Kelly y Stanley Donen, Mary Poppins, cuyo musical se estrenó por primera vez en 2004, en el cincuenta aniversario del debut de la película. También lo hicieron a la inversa Fiebre del sábado noche, cuyo musical se inspiró en el guión de la película de 1977 de John Badham con un John Travolta radiante en los zapatos de plataforma de Tony Manero; Dirty Dancing, que no pasaría a Broadway hasta 2004, Los productores, que adaptaron en 2001 la película homónima de Mel Brooks, Hairspray, que hizo lo propio con la cinta de 1988 o Billy Elliot, cuyo éxito en el año 2000 llevó a una adaptación en Broadway en 2008 (estreno en 2005 en West End).