Joselito, "el niño de la voz de oro" y Marisol, aquellos niños prodigio de los años 50' y 60'. José Jiménez y Pepa Flores, dos niños que fueron un fraude más del régimen franquista, dos señuelos para hacer realidad unos personajes de ficción que estaban manejados por la “cultura” del régimen de Franco.
El pequeño ruiseñor (1956) fue la película con la que Joselito recibió los apodos "el niño ruiseñor" o "el pequeño ruiseñor", por los que es conocido actualmente. Con menos de metro y medio ya era mandado por el caudillo a que cantase por todo el mundo para traer divisas a España, y su carrera excesivamente efímera fue provocada a causa del cambio de su voz, la imposibilidad de retomar su carrera en el mundo del cine y sus escarceos con las drogas.

Marisol también fue víctima de convertirse en una máquina de hacer dinero a ser una olvidada más. Fan reconocida de Joselito y a pesar de haber vivido una niñez a merced de la dictadura, la artista se ha caracterizado por su defensa a ultranza de unos ideales basados en el marxismo, llegando a donar las placas conmemorativas de oro que Franco otorgó a los partidos comunistas. Una relación con el Régimen que no tuvo nada que ver con el cine comprometido a todos los niveles que Pepa Flores ha realizado a lo largo de su trayectoria. La película La corrupción de Chris Miller fue uno de los puntos de inflexión de la artista, que consiguió desligarse de Manuel Goyanes, que hasta entonces producía todos sus trabajos.

Con producciones como churros, incontables películas poco o nada productivas con monjas o don juanes de por medio, estos dos niños prodigio se convirtieron en unas piezas dignas de aquel estruendoso dramatismo. Un cine y unas carreras musicales que estaban dominados por el “silencio artificial” y el nulo valor intelectual, político o estético que hicieron de Joselito y Marisol una representación de los valores tradicionales en España durante la época del franquismo.
“El dinero lo ganaron los que estaban a mí alrededor; mi apoderado, que se quedó con casi todo, los productores... Yo fui el que menos ganó. Tendría que haberme hecho rico, muy rico, para toda la vida, pero no pudo ser. Me engañaron mucho.”
Joselito