De los Hansel y Gretel del cuento de los hermanos Grimm queda poco en la película Hansel y Gretel: cazadores de brujas. Los inocentes niños que acaban en una casa hecha de chocolate donde vive una vil bruja comeniños, han crecido para convertirse en Hansel y Gretel los intrépidos cazarrecompensas que eliminan brujas.
Uno puede entender cómo, después de casi pasar por el puchero de una malvada bruja, al crecer se elija como profesión una en la que te puedas dedicar a acabar con todas las brujas del mundo para que no puedan comerse a niños nunca más. Eso narra la película Hansel y Gretel: cazadores de brujas, un filme de acción y aventuras en el que Hansel y Gretel hace mucho que dejaron de ser los niños asustados que conocimos en el cuento de los hermanos Grimm.
Del cuento clásico tenemos el principio de la película, en el que nos recuerdan que Hansel y Gretel son dos hermanos a los que su padre abandonó en el bosque y acabaron en la casita de chocolate de una bruja ciega que pretendía comérselos después de cebarlos a dulces. Los niños fueron más astutos que la bruja y esta acabó calcinada en el fuego que preparaba para cocinar a los niños.
A partir de ahí Tommy Wirkola y Dante Harper se toman la libertad de reinventar a estos conocidos personajes 15 años después de los acontecimientos que todos conocíamos. Jeremy Renner y Gemma Arterton se convierten en dos cazarrecompensas profesionales que persiguen y eliminan brujas por todo el país y que en esta ocasión, tendrán que enfrentarse a uno de los retos más difíciles de su carrera: la poderosa bruja Muriel.