No es sencillo darte cuenta de que tu carrera no va por los derroteros que te gustaría cuando los cuartos no paran de inflar tu cuenta corriente. Girar el timón 180 grados y reinventarte, en el caso que nos ocupa, como actor, no es empresa apta para todos. Y de ahí la expresión encasillarse.
Nadie tiene cara de malo
En el cine, la especialización puede conllevar el encasillado. Una cosa es ser especialista en drama, y otra muy distinta, especialista en hacer de limpiadora coja y tuerta. Es el síndrome del “tiene cara de malo”, expresión que usamos para ese actor cuyos papeles siempre le sitúan del lado del mal: es verlo salir por la pantalla y ya saber de qué pie cojea, y es natural que siempre haga de villano, ¡con esa cara de malo que tiene! No amigos, esa asociación solo está en nuestra cabeza.
Los actores que se prodigan por las películas de acción, pierden el sex-appeal para otro tipo de proyectos. En esas tenemos a actores que se estancan por diversos motivos:
- Limitaciones: más músculos que dotes interpretativas, por poner un ejemplo, o más curvas que carisma, por poner otro.
- Renombre: se hace un hueco importante en el género y eso se paga muy bien.
Es difícil salir del círculo vicioso de la acción o la comedia romántica, pero con talento, se puede. Es el caso de Sandra Bullock, que después de estancarse en producciones de acción, decidió tomarse un respiro y reciclarse. ¿Qué consiguió? Un Oscar nada más y nada menos, y puede que vaya camino del segundo (¿Gravity?).
Este reciclaje no supone escoger productos intelectuales, serios y plastas, simplemente abrir tu currículo a nuevas aventuras, nuevos retos, historias que no son blancas o negras, en las que no eres o una chica torpe a la que salvar y besar al final de la película, ni una superchica que sabe muy bien cómo usar un arma. La realidad tiene más matices, y es interesante que un actor se atreva a representarlos.
Speed, Tiempo de matar, Demolition Man, Blanco perfecto, Miss agente especial o Premoción: 7 días, son algunas de las películas en la que Bullock participó hasta 2007. No eran malos filmes, pero sí se movía en un mismo registro muy limitado. En 2009 volvió con Un sueño posible (The Blind Side), una producción a priori pequeña, de 29 millones de presupuesto, pero que recaudó 300 y que le dio su primer Oscar a mejor actriz. También presentaría Loca obsesión, que le valió para un Razzie, pero ya se sabe: no hay prueba sin error. Desde su oportunidad con John Lee Hancock, ha trabajado con Ben Affleck, Stephen Daldry o Alfonso Cuarón. No ha olvidado su parte divertida ni su pasión por la comedia (Cuerpos especiales, con Paul Feig), pero ha abierto una brecha, ha dejado el recuerdo, el recado, de que hay Bullock para un roto y para un descosido.
Y a todo esto, no todo el mundo es George Clooney y puede producirse sus propias películas (protagonizarlas y dirigirlas si se da el caso), hay que saber cómo volver a la lista de actrices o actores para guiones de dramas complicados (un buen trabajo de agente).
Hemos mencionado el ejemplo de Bullock pero hay otros casos de encasillados que han logrado reinventarse, dar ese manotazo necesario al timón como Anne Hathaway, que incluso se rapó al cero para una película por la que acabaría ganando el Oscar a mejor actriz secundaria, y ello después de haber sido todo un icono Disney de películas pomposas como Princesa por sorpresa. De admirar también es el esfuerzo por cambiar de registro de los actores protagonistas de Harry Potter, que han sabido devolver la vida a sus carreras, sobre todo Emma Watson y su gusto por elegir papeles y directores, y el mismo esfuerzo que Robert Pattinson por huir de vampiro perfecto. Y en un mundo aparte está el ejemplo de Jim Carrey, que aunque lo encasillaríamos en la comedia insoportable, resulta que el actor brilla con más fuerza cuando se le da la oportunidad de ser protagonista de un buen guión como el de ¡Olvídate de mí!
Al final, cada actor tiene que hacer lo que más le guste, con lo que más disfrute, pero si quieren no encasillarse, entonces eso requiere un esfuerzo extra, pero posible.